Hola, amigos, a continuación podréis deleitaros repasando las palabras -escritas con mimo y tino por Paco para la ocasión- y la selección de fotos -provenientes de nuestro amplio archivo multimedia- que prologaban cada actuación del reciente Paseo Musical, que discurrió por las calles de Salamanca el pasado 7 de junio, para que no os falte de nada… Poneos cómodos, que ahí va:
XXII Paseo Musical Sirinx
Paseo en imágenes por 30 años de escuela
Buenos días,
como sabéis, este curso estamos de cumpleaños, ¡y ya son 30…!
Os proponemos, en este paseo, echar la vista atrás y, sin ponernos demasiado nostálgicos, hacer memoria sirviéndonos de viejas fotos, y dejar que ellas vayan despertando los recuerdos en los más viejos, o sugiriendo historias en los que han llegado a la escuela más tarde….
No se trata de hacer un recorrido cronológico exhaustivo, sino de destacar algunas pinceladas de este cuadro, siempre inacabado, que es la escuela.
Hemos rastreado en cajones y discos duros, en rincones y estantes, y esto hemos encontrado:
Los primeros pasos
Raquel, que vivió intensamente los primeros años de la escuela y continúa siempre atenta al acontecer de Sirinx, nos ha enviado el primer pie de foto que titula: «Interior»
Nació de un sueño que sigue muy vivo. Entonces y ahora. No sabíamos que iba a ser destino de vida para muchos. Sigue siendo mariposa fecunda de generosas alas, territorio donde música y amigos entrelazan destinos.
La ilusión y las ganas nos llevaron a crecer de la nada, a trabajar sin horas ni límites. El único instante era el del pábilo detenido entre madrugadas que tamboreaban dedos de diapasones y zapatas. Respirábamos esa música compartida que convertimos en nuestro tesoro.
Aquel concierto de junio (1984) fue la clausura de un primer año de recorrido y búsqueda. Apasionante. La fuerza del deseo y la necesidad de hacer aliados de la realidad y el sueño.
Eso es lo que recuerdo. Pablo, Paco y yo en esa foto. A Luisa no la veo en ese momento pero ahí está, preparándose para la siguiente obra. Siempre estábamos los cuatro. Así era. Pero hubo muchos brazos apoyando, alzándonos. Entonces y ahora. Luego muchos más se unieron al recorrido. Entre todos alimentamos ese sueño que aprendió a crecer, dar, recoger, enamorar y dejarse querer.
Escuelita vieja
Calle Pollo Martín, 5-7, Salamanca. Escuelita vieja. Esta fachada de trazos sencillos y buena piedra perteneció a una casa pequeña, antigua y acogedora, que dio cobijo a nuestra escuela desde su nacimiento en 1984 hasta 1997. En su interior había un patio empedrado y un ciruelo de tronco retorcido, cuyas ramas se asomaban a la galería como queriendo escuchar la música que escapaba por las rendijas de las ventanas.
En aquella primera escuela no cabían coros ni orquestas, pero cuánta música entre sus cuatro paredes….
Esta fachada y la casita que adornaba ya no existen. Pero lo que allí nació se conserva intacto y va pasando de unos a otros -niños, padres y profes- generación tras generación.
El mundo Willems
Desde los comienzos de Sirinx, el mundo de la pedagogía musical Willems ha sido y es guía y fuente permanente de inspiración. Aunque nuestra escuela estuvo y está abierta a otras sensibilidades y aportaciones, es innegable el gran peso que ejerce esta corriente pedagógica en nuestra forma de concebir la educación musical, especialmente con los más pequeños.
Pero en los años en que nació la escuela, este mundo Willems vivía lejos, fuera de nuestras fronteras, y los profes tuvieron que hacer un esfuerzo considerable para ir en su búsqueda y descubrimiento. Muchos fueron los viajes a París, Lyon, Irigny, de los que aquellos profes pioneros volvían cargados de ideas, ilusión y … ¡campanitas! …. Por cierto, si alguien quiere hacer un buen regalo a la escuela, una campanita de cualquier tipo y procedencia siempre será muy bien recibida. En la foto, del curso 1998-99, los niños escuchan atentamente las que para ellos hace sonar Luisa.
El Congreso Willems
En 1996 fue el mundo Willems el que se acercó a Salamanca para celebrar su XVIII Congreso Internacional, de cuya organización se hizo cargo, en buena medida, nuestra escuela. Este hecho singular significó una oleada de aire fresco para nosotros y para los participantes llegados desde diversos países europeos.
En 2006 fue el Encuentro Internacional de Educación Musical el que nuevamente convirtió a nuestra ciudad en el centro de la pedagogía Willems.
En este punto, nos gustaría recordar a Jacques Chapuis, que durante tantos años dedicó toda su energía a la Federación Internacional Willems, y que nos visitó en numerosas ocasiones, ofreciendo siempre su sabiduría generosamente, y animándonos con su ejemplo a profundizar en la pedagogía musical.
En la foto se puede ver un momento de una de las sesiones dirigidas por Jacques Chapuis en las dependencias de Fonseca, que la Universidad de Salamanca cedió para el encuentro.
Paseos
Mención especial merecen los paseos musicales, que se vienen celebrando ininterrumpidamente desde hace 22 años –si exceptuamos el de 1996, que no pudo iniciar su caminar por causa de la lluvia. El año 1999 nuestro paseo se fue a recorrer las murallas de Ávila; pero salvo esta excepción, nuestros pasos han preferido siempre los entrañables rincones de la vieja Salamanca, que nos acoge gustosa y parece recrearse con nuestras músicas.
Hilos conductores de los paseos han sido muchos y variados: La Celestina, la pedagogía musical, Unicef, la ecología, el agua, los cuentos, los idiomas del mundo, Haendel, en varias ocasiones la poesía, los microrelatos, Caritas, los refranes….
Nos han regalado sus textos: Félix Población, Fernando Saldaña, Sebastián Wise (nuestro Sebastián), Toño Villalón, Unamuno, Fray Luis, Cervantes, Salinas, Alberti, Machado, Gloria Fuertes, y un largo etcétera.
Pablo ha coordinado los paseos desde el principio, y Margarita ha sido su conductora en multitud de ocasiones.
Difícil elegir foto para representar al paseo, son tantas y tan evocadoras… Sirva esta del 97, en la que aparece el coro de Mª Ángeles en la esquina de Monterrey.
De conciertos
Los conciertos de fin de trimestre y fin de curso, las audiciones, el ciclo de primavera, el propio paseo musical, son los momentos que la escuela tiene para dar una vida especial a la música trabajada durante el curso. Además del auditorio de la escuela, humilde y en muchas ocasiones insuficiente, muchos otros lugares han servido de escenario para nuestras actuaciones a lo largo de estos años. Los más viejos recordamos con cariño aquellos primeros conciertos de fin de curso en San Blas, cuando esta antigua iglesia era el auditorio de Salamanca, y el Ayuntamiento de la ciudad lo cedía generosamente.
La fotografía no está fechada; pero puede corresponder a un concierto de fin de curso de la primera década de la escuela.
Talleres en Monleras
Una de esas actividades que los niños recuerdan con gran cariño años después, es su primer día de talleres en el pueblo de Monleras. Después de recoger el bollo de pan recién sacado del horno en la panadería de Anselmo, viene el descubrimiento de los instrumentos musicales, a la vez que se descubre el atrio, el anfiteatro o la plaza del pueblo que nos acoge. Es un día muy especial, en el que los niños de siete años habrán tomado contacto con el instrumento que, quizá, le acompañe el resto de su vida. La historia, siempre nueva para ellos, se repite año tras año: Un mago ha hechizado a la orquesta haciendo que suene fatal, y han de ser los niños, resolviendo los enigmas planteados por los profes, los que deshagan el entuerto logrando que los instrumentos puedan volver a sonar bien concertados. Así acontece desde hace años y siempre consiguen los niños devolver su armonioso sonido a flautas y violines, a chelos y clarinetes, a guitarras y contrabajos, a violas y acordeones.
En la foto, de 2010, vemos al mago “do-re-mi” comprobando la eficacia de su hechizo.
Salidas de las agrupaciones
La música cobra todo su sentido cuando se comparte. Tan importante como ensayar es salir y ofrecer la música que se ha preparado con esmero. Desde los primeros años, los coros y orquestas de la escuela han visitado numerosos colegios para llevar su música a otros niños. El regalo ha sido mutuo: dar música y recibir alegría y cariño. Los más pequeños han recorrido ya buena parte de los coles de nuestra ciudad. Los mayores han viajado a pueblos o ciudades cercanas (Béjar, Ledesma, Villarino, La Alberca, Cabrerizos, Zamora, Valladolid…)
La foto corresponde a una de las primeras salidas de este tipo. No hemos podido saber el año exacto, pero, a juzgar por los protagonistas de la imagen, podemos datarla en la primera etapa de la escuela. El colegio es el León Felipe, en el salmantino barrio de San José.
La EVE
Raquel escribía fielmente un diario de la EVE. El primer día de la del 97 dejó sobre el papel:
“Como si desde siempre hubiera existido esta ilusión, y porque sí, aquí estamos, en Llano Alto, con un reencuentro nuevo y ya vivido al mismo tiempo. Caras nuevas y rostros ya conocidos, la ayuda de la experiencia como una cola de cometa ayudándonos a vivir las horas como si todo ya se hubiera establecido desde hace mucho. El autobús llegó a la una y media y apenas hubo tiempo para organizar las habitaciones antes de comer. Nuestro árbol llegó a las cuatro y media y luego comenzó la música….”
Y unos días después:
“La noción de los días se pierde en este universo propio que hemos construido y que estamos viviendo. Clases, coro y orquestas continúan su trabajo. El tiempo pasa rápido, nunca el suficiente para hacer todo lo que se quiere, poder tocar más y descansar. Pero los huecos se buscan y todo va surgiendo. Preparando cosas sobre la marcha, tirando de los brazos de la ilusión sin descanso para dar a los niños todo lo que se merecen y que recordarán en algún momento de sus vidas. Hay contento en la música que estamos haciendo y alegría en las actividades”
Raquel ha mencionado el árbol. En las EVE’s siempre hemos buscado un árbol para cantar bajo su copa o para reunirnos y pensar sobre lo hecho o lo por hacer. Hasta tal punto que cuando no hemos tenido la suerte de tenerlo físicamente, hemos seguido diciendo “vamos al árbol” cuando había que tener una reunión tranquila. En la foto, de 1989, aparece el árbol de la EVE en Valdeavellano de Tera.
Concierto en el CAEM
En el año 2011 la Joven Orquesta Sinfónica Ciudad de Salamanca pidió la colaboración de la escuela para interpretar Gabon Dut anunzio de Fernando Velázquez y No lloréis mis ojos de Rubén Díez. 120 niños subieron al escenario del CAEM y, junto con la orquesta, ofrecieron un concierto lleno de emoción cuyos ecos conservamos aún en la memoria los que tuvimos la suerte de vivirlo. La preparación supuso un año de duro trabajo para los niños participantes y para los profes implicados; pero la recompensa valió la pena.
El concierto tuvo lugar el 11 de diciembre y la foto muestra un momento de un ensayo.
Roma
Vamos acercándonos al momento presente y, dentro del capítulo “viajes e intercambios”, hay que señalar el reciente viaje a Roma del coro de voces blancas que forman un grupo de alumnas mayores de la escuela. Tuvo lugar el verano pasado para participar en el Coro Internacional Willems, y tendrá continuidad este verano con el viaje a Eslovenia para tomar parte en la siguiente edición de este encuentro de voces (pero creo que de este punto ya habéis tenido conocimiento a lo largo de este paseo, y espero que hayáis puesto vuestro granito de arena…) Para el grupo es la culminación de muchos años de escuela, pero asimismo es el punto de partida de una nueva etapa cargada de promesas y de mundos nuevos por descubrir.
El pie de la foto, en la que aparecen las niñas de la escuela junto con sus compañeras de coro de otros países europeos, podría decir así: “la alegría de compartir la música con el mundo entero”.
Nerea
Nerea nos visitó esta primavera con el coro que dirige. Actualmente es profe de música en Barcelona y perteneció a aquel grupo de niñas y niños que estrenó las aulas de Sirinx. En la fotografía –ésta muy reciente- se la ve reconociéndose en antiguas imágenes que cuelgan en los pasillos de la escuela.
Los ciclos se completan: Maite, Dudu, Silvia, Pilar, Elena, Pablo, Virginia dan o han dado clase en la escuela y en ella comenzaron su camino musical. Quizá alguno de los niños que hoy participan en este paseo continúe en el futuro dando vida a Sirinx siendo a su vez profe, o llevando a sus hijos a la escuela. Ojalá nos queden muchos cumpleaños como éste por vivir.
Nerea envió ayer este mensaje de felicitación:
“Para mi Sirinx es música, pedagogía, voz, violonchelo, sentido del humor, respeto, locura, desván, juego, energía…Mil recuerdos que, como campanitas intratonales, llevan treinta años resonando en mi corazón!! Gracias a toda la familia Sirinx por hacer posible que la música haya sido y sea una compañera de viaje tan importante en mi vida. Un beso grande y ¡¡feliz cumpleaños!!”
Nerea