
El curso ha terminado, y no podía ser con un colofón mejor. El auditorio de Calatrava -a falta de un espacio de mayores dimensiones que nos falló a última hora…-, fue el lugar escogido para el gran concierto final. Alumnos de 2º a 6º de todos los instrumentos, formaron la orquesta y coro más colosales que se recuerdan en la escuela, hasta el punto de que hubieron de apretarse como nunca para caber sobre el escenario. Mereció la pena y la música de Charpentier, Holst y otros sonó de maravilla.

Uno de los momentos estelares -con permiso de la Sinfonía del zapato, que puso a prueba la resistencia de los tablones del escenario-, fue cuando nuestras profesoras Pilar & Mariángeles se afanaron lija en mano, para bordar su papel en Sandpaper (Papel de lija), de L. Anderson, una de las piezas más divertidas -y difíciles- que hemos tenido ocasión de tocar. Definitivamente, un instrumento a seguir…

Como sabréis, la noche era esperada, entre otras cosas, porque se conocería el ganador/a del concurso «Objetivo Slovenia», a beneficio del coro Voces Blancas, que pronto hará su viaje a Ljubljana. La cosa tuvo su miga, pues, tras la primera mano inocente que eligió el número agraciado, se presentó sobre el escenario una segunda, y todos creímos que se trataba de la ganadora. Resuelto el caso, el precioso foulard de la pintora zamorana Ana Zaragoza, fue a parar al cuello de Guadalupe Moreno, que lo lucirá cuando refresque un día de estos…

Y hasta aquí llegamos. El curso venía calentito, no se celebran 30 añazos todos los días, y, como habéis podido seguir en nuestro blog, ha tenido varias paradas donde festejar la recién estrenada treintena. Calatrava fue la última, y fue intensa -todos recordaréis las lágrimas de los alumnos de 6º en su despedida…-. Nos queda un buen sabor, y nos sabe mejor porque en septiembre volvemos a la carga. Que esto no pare nunca.