Los días 21 a 28 de julio, una nutrida delegación de nuestra escuela, formada por veinte alumnas y nuestros profesores Mariángeles & Juanfran, viajó a tierras eslovenas para participar en el tercer encuentro del WIC (Willems International Choir). Allí coincidieron con alumnos de países como Francia, Italia y Eslovenia, toda una Babel de idiomas (a veces había que usar hasta tres y cuatro distintos cada día…) unidos por la música. Así que, como veis, no sólo de Eve y vacaciones se nutre nuestro verano.
La ciudad de Liubliana, capital de Eslovenia, fue el lugar elegido este año para el encuentro. Y hay que decir que nos sorprendió por su belleza, no tan célebre, pero en la línea de otras icónicas ciudades europeas como Praga. Una lástima que el sofocante calor no nos dejara disfrutarla más. Para otra vez queda.
Las jornadas de trabajo fueron intensas, y el repertorio exigente. El Stabat mater de Pergolesi y las Vísperas de Michael Haydn fueron la piedra de toque para un coro que ya alcanza cotas verdaderamente profesionales, algo que se hace cada vez más patente año tras año. También se interpretaron piezas propias de cada país (Nosotros llevamos «Salamanca la blanca», en una versión que causó furor….). La labor de Anass Ismat, el director del coro, y Benjamin Lunetta, profesor de técnica vocal, resultó encomiable y nos consta que nuestras alumnas han vuelto con un buen saco de nuevos conocimientos, de nuevos recursos que dormían dentro de cada una, y que han aflorado en un caudal que ya nada podrá parar. Impagable.

Y las cosa no acabó en Liubliana. En agosto, dos de nuestras jóvenes cantantes, María & Lidia, fueron becadas por la organización coral Spirito, para participar en el Festival Berlioz, en las cercanías de la ciudad francesa de Lyon. Allí participaron en un coro de ¡600 voces! interpretando el Te Deum del compositor francés. Todo un espectáculo que coronó para ellas un verano irrepetible. Ahí queda.