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Que el mundo es un pañuelo

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De Finlandia a Hungría, de Marruecos a Israel, de Venezuela a España, de Croacia a África, hilos de colores, hebras de voces mordiendo la médula de cada canción, haciendo que la lejanía se hiciera cercanía en cada canto. El coro WIC de nuestra escuela, apareció caminando por el pasillo de la nave central, entonando On suuri sun tantas autius, en la salmantina iglesia de San Pablo, y un escalofrío pasaba de banco en banco, sacudiendo a los presentes, que llenaban el recinto de punta a punta. De la canción finlandesa, pasaron a otra marroquí y los pañuelos comenzaron a tomar vida. Con qué poco a veces se puede comunicar tanto. Un simple pedazo rectangular de tela nos hizo viajar sin esfuerzo a otras culturas, desde el respeto, desde la sencilla belleza, igualando en un vasto plano horizontal a todas las lenguas, todas las civilizaciones. Qué poco hace falta, y cuánto arte se puso en liza en el presbiterio de la iglesia, qué gozo de voces entreveradas, qué nudo en la garganta.

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Y así fue discurriendo el recital, acompañadas por el teclado y las percusiones de Juanfran y Maite, y bajo la entremariangeles-dirigiendo-contraluzgada dirección coral de Mariángeles. Un orgullo para todos ver cómo ya hemos dejado de asistir al nacimiento, y empezamos a disfrutar, conmovidos, al comienzo de la consolidación de este sensacional coro, que seguro que dará que hablar. Los que estuvisteis allí sabéis lo que digo. Cáritas, cuya labor tan necesaria ha sido en estos tiempos de dura crisis, recogió los frutos compartidos desde la música, y se llevó, de paso, un buen puñado de emociones que les ayudarán en su trabajo. Dichosos de dar y compartir, la cooperación está en el núcleo fundacional de este coro, y a buen seguro lo seguirá siendo.

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Terminaba el concierto con canciones tan queridas por nosotros como Tottoyo, Siyahamba o Erile, que ya son marca de la casa, divertidas y alegres, “que nuestra música nos hace ser mejores personas y, por qué no, más felices”, rezaba en el programa de mano. Pues eso, que ya estamos esperando la próxima cita con este coro, que sabemos nos dará tantas alegrías ¡gracias, chicas!

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