Apenas había echado a andar la nueva primavera y la nieve comenzó a caer sobre los árboles y el iglú del patio. Un día llevaba la recién estrenada estación con sus promesas de sol y flores, cuando el invierno decidió colarse en la fiesta. Todos pegados al cristal de la clase, algunos asomando la cabecita fuera, viendo la gran partitura del viento y los copos. Marzo quiso despedirse con nieve y mucho frío, y en la escuela respondimos con talleres, magia y audiciones.
El primer sábado de marzo fue el turno de los talleres sabatinos, en esta ocasión los de cuerda. Oportunidad para que los alumnos y alumnas de pre-formación probaran los distintos instrumentos y conocieran a los profesores. Como siempre, alegre correcalles de futuros músicos que pululaban por las aulas y pasillos del piso de abajo, todo un enjambre agitado y curioso que llenó de alegría la escuela un sábado por la mañana. Mira que llevamos años haciéndolo, y siempre nos topamos con divertidas sorpresas, esas que sólo los niños de siete años son capaces de dar.
Esa misma tarde, tuvo lugar en el auditorio de la escuela, el show de música y magia de nuestro querido Enrique García Vivancos, antiguo profesor de Sirinx y de la Eve, que nos visitó convertido en el virtuoso Quiquemago, un artista de la prestidigitación y el violín, que nos sorprendió y nos hizo reír a lo largo de su espectáculo. Chema & Dudu compartieron escenario con el mago, ofreciendo chisporroteantes versiones a piano a cuatro manos de clásicos de la música. De traca fue el final en el que hizo aparición Venancio, ese mamífero rumboso y de vertiginosos gestos que se le subía a la chepa al mago. Histeria colectiva. Pero eso, y el resto de los trucos, no los desvelamos más, que hay que verlos en directo (para haceros una idea, podéis visitar el video de presentación de uno de sus conciertos músico-mágicos aquí https://vimeo.com/37234471).
Y, adelantadas a su tiempo, aún alejadas de las vacaciones de semana santa, tuvieron lugar las audiciones del segundo trimestre. Nuestra idea es equilibrar las distintas fases del curso, y nos gustaría pensar que lo estamos consiguiendo. Y así, la tranquila semana del 13 al 17 de marzo, alejada de festivos, puentes y otros enojosos compromisos del calendario, discurrió plácida y gozosamente, de audición en audición, permitiéndonos ofrecer sobre el escenario las novedades aprendidas durante el invierno. Y vosotros, queridos padres y amigos de la escuela, estabais allí para escucharlo ¡gracias por vuestros oídos!

Como colofón a aquellos días de ires y venires de instrumentos y músicos, los más pequeños de la escuela también pudieron disfrutar de un show pensado especialmente para ellos. El viernes 17 ofrecimos, en varios pases, el cuento musical Los Ositos para los alumnos de iniciación. Muchas -¡muchas!- risas en ese momento “disfraz” que protagonizaron los profesores más avezados y valientes de la escuela, para poner en pie esta divertida historia osezna. Para recordar…
A Enrique Villar, in memoriam
No queremos terminar este post sin mandar un mensaje de apoyo a nuestras queridas Carmen y Marta Villar, antiguas e ilustres alumnas de nuestra escuela, y a su madre Lourdes, en estos días tan difíciles, y por eso dedicamos este artículo a Enrique Villar, con quien siempre era un placer conversar y del que nunca olvidaremos su amplia sonrisa. Un abrazo muy fuerte para las tres.