La última semana de noviembre y mediados de diciembre, fueron las fechas elegidas para la puesta de largo del primer trimestre. La primera, una serie de dos y tres conciertos diarios, organizados por niveles de instrumento, donde pudimos ver en directo las evoluciones de los alumnos, que poco a poco, a lo largo del trimestre otoñal, han ido cogiendo el hilo de la práctica musical, y nos han ofrecido una buena muestra de lo aprendido.
Mención aparte merecen nuestros alumnos de 1º, en la que era su primera incursión en la música instrumental en vivo, con el handicap añadido de que, al adelantar las audiciones a noviembre, tuvieron aún menos tiempo para familiarizarse con su nuevo instrumento. Juntos tocaron, y juntos llevaron a buen puerto esta experiencia primeriza, con aplomo y entusiasmo. Buenas vibraciones para lo que queda por venir…
El pasado lunes 18 de diciembre, era el turno de las agrupaciones y coros del resto de cursos, en lo que hizo las veces de gran concierto de navidad. Ensambles de todo tipo y pelaje fueron desfilando por el escenario del auditorio de Calatrava: acordeones, flautas y clarinetes, guitarras, orquestas de cuerda y, por supuesto, esa gran traca final que son siempre los coros. Mucha música y mucha emoción, esa emoción que acompaña habitualmente a los últimos días del año, esos cuyas horas de luz menguan hasta su mínimo, para después volver a crecer. No hay otra como la luz del solsticio y ese frío que nos acerca.

También hemos de dar cuenta de otras manifestaciones musicales en las que nuestros alumnos y profesores han participado activamente estos días. El domingo, en la iglesia del cercano pueblo de Juzbado, el coro Contrapunto, dirigido por Cristina Iglesias, interpretaba el Gloria de Vivaldi acompañado por la Orquesta de antiguos alumnos de la Escuela de música Sirinx. Imaginad lo orgullosos que estamos de que, pasado el tiempo, aquellos prometedores músicos que pululaban por los pasillos se hayan convertido en sólidos intérpretes que siguen creciendo, y de que se acuerden de nosotros de manera tan espontánea y sincera. Se nos cae la baba… (aquí puedes ver la reseña en el blog de Juzbado; también puedes visitar el Facebook del coro Contrapunto).
A los pocos días del evento vivaldiano, otra avanzadilla de siringos, en este caso un sexteto de chelos, formado por nuestros alumnos Teresa, Ignacio, Mariola, Daniel y Víctor, y las profesoras Beatriz y Mercedes, se acercó a la residencia de Jesuitas, situada en la salmantina calle de San Antonio. Dúos, tríos y villancicos en un recital ofrecido a los mayores, público realmente agradecido, que se emocionó y nos emocionó a nosotros también. Fue una experiencia maravillosa.
Y, con estas y otras andanzas que nos guardamos (emulando la célebre e intrigante indolencia cervantina), damos aquí fe de lo vivido, y os despedimos hasta la vuelta, en ese 2018 que ya se acerca y en el que esperamos ofreceros mucha, mucha música ¡salud y alegría!
Fotos: Andrea Rodríguez, Pablo Sagredo & Sebastián Wise