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La nube y la amapola

Marzo dibujó un círculo perfecto. Un círculo que comenzó en el ojo de buey de la puerta del auditorio, y cuya suave curva se delineó sobre parajes de nieve y escenarios lejanos. Valientes, nos echamos a la carretera en pleno temporal, camino de una MiniEVE que todos acordamos llamar -como no podía ser de otro modo- “mi nieve”. Piedras de colores y lagunas heladas, curvas imposibles y ensayos mañaneros, nos acompañaron durante el fin de semana en San Martín de Castañeda, en pleno Parque Natural del lago de Sanabria. Todo eso nos lo hemos traído a casa y ya forma parte de esas vivencias musicales en la naturaleza que tanto nos gusta atesorar.

Otros caminos, días antes, nos habían llevado a localidades vecinas, una de esas dulces mañanas en las que nos saltamos el cole y nos presentamos con nuestros instrumentos ante el mejor de los públicos. Tras llenar el autobús de línea con nuestra tropa de pequeños músicos y sus correspondientes instrumentos, llegamos al colegio público Miguel Hernández, en Santa Marta del Tormes, donde ofrecimos un concierto músico-didáctico, y donde nos sentimos como en casa. Los alumnos de 2º y de 3º se estrenaban en estas lides, y dieron la talla ante el silencio respetuoso y atento de los alumnos del colegio santamartino. Ahora, pasean por la escuela y su mirada es cómplice, y saben que tuvieron una misión, que la música es una misión: poner al día la belleza, regalársela a los otros. Cumplida está.

También hubo tiempo, en aquel marzo destemplado, para grandes calles de silencio, sembradoras de pausas, para escuchar un vacío sin universo ni leyes, donde las casas desaparecían rugiendo y amapolas encendidas se enganchaban a las nubes. Palabras éstas que la poeta Emily Dickinson dejó puestas en forma de poema, poemas que las voces de nuestro coro WIC elevaron sobre la música, y que corrían sinuosas a lomos de la obra de Fausto Romitelli, compositor italiano de corta vida, que supo ver la incontestable y sutil ferocidad de los versos de Emily. Difícil partitura que sonó impecable en aquel concierto en el Conservatorio Superior, bajo la dirección de Jean Paul Dessy, que nos enseñó en qué consiste ese raro y subyugante espacio infinito que llamamos “silencio”. Nuevo hito de nuestras valientes y talentosas chicas del coro. Como siempre, para recordar.

Cualquiera que haya ido a la EVE sabrá de la irrenunciable querencia por el disfraz y el teatro en las actividades extra-musicales de la escuela. Veladas y veladas de improvisaciones y guiones mínimos escritos con la cena aún a medio masticar. Será por eso que, a la mínima ocasión, abrimos el baúl de la ropa, buscamos un texto que encarnar y nos subimos al escenario. Y así fue como, el mismo viernes que daba comienzo la semana de audiciones, representamos en al auditorio “El farolillo rojo” para un público muy exclusivo: nuestros alumnos de iniciación. Las escenas dieron lugar a estampas a medio camino entre un Caravaggio y una Mary Poppins. Todos nos divertimos (¡hubo hasta tres pases!) y de paso matamos el gusanillo de aquellas veladas estivales.

Y el círculo, el tiempo, nos devuelve otra vez al ojo de buey del escenario. Una ventana que separa y comunica a la vez dos mundos, dos estados. Esa es la lucha y el juego del que somos partícipes. La suave curva que hace de límite entre escuchar y tocar, mirar y ser mirado, entre los sonidos indomables de los lances cotidianos y la íntima belleza de la emoción, que corre como agua de colores escenario abajo.

                                                                                                     (Emily Dickinson)

FECHAS

Las audiciones de instrumento se llevaron a cabo en la escuela desde el viernes 9 hasta el jueves 15 de marzo. La representación de El farolillo rojo tuvo lugar el viernes 9 de marzo en el auditorio de la E. M. Sirinx. El concierto del coro WIC tuvo lugar en el Conservatorio Superior de Castilla y León (Salamanca), el 21 de marzo. La salida al colegio público Miguel Hernández, de Santa Marta de Tormes, se realizó la mañana del 23 de marzo. La MiniEVE tuvo lugar los días 24 y 25 de marzo en San Martín de Castañeda.